sábado, 17 de septiembre de 2011






La obesidad es una alteración corporal caracterizada por un aumento excesivo de la grasa del cuerpo.




Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2005 había en todo el mundo al menos 20 millones de menores de 5 años con sobrepeso.
Aunque antes se consideraba un problema exclusivo de los países de altos ingresos, el sobrepeso y la obesidad están aumentando en los países de ingresos bajos y medios, sobre todo en el medio urbano.
 Al igual que en muchos países del mundo, Chile presenta una preocupante realidad debido al aumento de la cantidad de niños con sobrepeso y obesidad infantil. Las últimas cifras demuestran que el 7,4% de los niños menores de seis años son obesos, dígito que se incrementa a un 19,4% en los escolares de primer año básico.




La OMS estimó en el 2004 en GINEBRA que en el mundo hay más de 22 millones de niños menores de cinco años obesos o con sobrepeso, de los que más de 17 millones viven en países en desarrollo. Todos ellos corren un mayor riesgo de sufrir diabetes de tipo 2

A escala mundial se estima que un 10% de los niños en edad escolar (entre 5 y 17 años) padecen de sobrepeso u obesidad, y la situación va a peor. En los Estados Unidos, por ejemplo, la tasa de obesidad y sobrepeso en niños y adolescentes de 6 a 18 años, que en los años setenta era de un 15%, sobrepasó el 25% en el curso de los años noventa.
Sin lugar a dudas, estas cifras dan cuenta de un problema que actualmente constituye una de las principales dificultades de salud pública del país. Según la doctora Raquel Burrows, pediatra y endocrinóloga infantil, quien tiene a su cargo el Programa de Obesidad Infantil del Centro Diagnóstico del Instituto Nacional de Tecnología de los alimentos (INTA), “hace más de 10 años que la obesidad en el niño fue considerada una enfermedad crónica, porque se perpetúa en el tiempo y sabemos que precede a enfermedades metabólicas y enfermedades cardiovasculares que afectan la calidad y expectativas de vida”.

 Múltiples son los factores que han contribuido al aumento de la obesidad infantil en Chile, entre los que destacan la modificación de los estilos de vida, el cambio en los hábitos alimentarios, pues actualmente se consumen en exceso productos ricos en azúcar y grasas saturadas, y una forma de vida mucho más sedentario que en el pasado. 

 El aumento de la obesidad infantil en Chile también está relacionado con la falta de actividad física que ha impuesto la vida moderna. Antes la gente caminaba más, los niños salían a jugar en vez de ver televisión y la costumbre era almorzar en la mesa y no en la cama como ocurre en muchas familias. Estas y otras situaciones hacen que los niños no estén gastando las calorías que están consumiendo.